Fecha: marzo 29, 2017 - Autor: Damián Calleja
brexit-2017

La primera ministra británica, Theresa May, activó ayer el artículo 50 del Tratado de Lisboa y empezó así la negociación para hacer efectiva la salida del Reino Unido de la Unión Europea en un plazo aproximado de dos años. Empieza, pues, el trayecto necesario para llevar a cabo aquello que la mayoría de ciudadanos británicos votó en referéndum el 23 de junio. Aquel día, la Unión Europea recibió un golpe muy fuerte y, a la vez, se hicieron evidentes las diferencias territoriales que suscitaba el Brexit dentro del Reino Unido, ya que puede tener incidencia en ámbitos tan dispares como la agricultura, el deporte o el chat erotico. Escocia e Irlanda del Norte votaron mayoritariamente en contra, y Gales e Inglaterra a favor. Pero el resultado final fue favorable a la salida de la UE, con un 52% de los votos.

Escocia

Justo el día antes de la activación del proceso de Brexit, la mayoría independentista del parlamento escocés aprobaba el calendario propuesto por la primera ministra, Nicola Sturgeon, para hacer un segundo referéndum entre el otoño del 2018 y la primavera del 2019. Es decir, antes de que culmine el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea. May no quiere oír hablar de este referéndum hasta que no se haya completado la desvinculación con la UE, y Sturgeon, por el contrario, quiere hacer el referéndum antes.

Escocia votó en 2014 y el no a la independencia se impuso por poco margen. Justamente, uno de los argumentos de los partidarios del no, incluido del gobierno británico, era que una Escocia independiente restaría fuera de la UE. Aun así, el referéndum del Brexit cambió el panorama de medio a medio. Los escoceses votaron mayoritariamente a favor de continuar formando parte de la Unión Europea (un 62% contra un 38%), pero el resultado general del Reino Unido fue favorable a salir.

Irlanda del Norte

En Irlanda del Norte –como en Escocia– también se impuso el remain, con un 56% de votos. No hace paso mucho, el primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, exigió en Bruselas que el acuerdo del Brexit tuviera en cuenta un posible regreso de Irlanda del Norte al bloque europeo. Kenny no descartó tampoco una posible reunificación del país, que permitiría al Norte –que ahora forma parte del Reino Unido– continuar dentro de la Unión.

El debate sobre el futuro del país y la posible reunificación, mediante un hipotético referéndum, ya planeó en las elecciones del 2 de marzo, en que los unionistas del DUP ganaron sólo por un escaño de ventaja los republicanos del Sinn Féin. Y habrá que ver antes cómo se desencalla la situación política, por la carencia de entente entre los partidos a la hora de formar gobierno. Después del fracaso de las negociaciones, el ministro del Reino Unido para el Norte de Irlanda, James Brokenshire, tendrá que decidir si deja más tiempo a los partidos para formar gobierno, si convoca nuevas elecciones o si suspende la autonomía y transfiere los poderes en Londres.

Gales

A diferencia de Escocia e Irlanda del Norte, en Gales el Brexit sí que ganó, aunque por un margen muy estrecho: 51% a 49%. La posibilidad de que Gales acabe desprendiéndose del Reino Unido parece lejana, en comparación con Escocia e Irlanda del Norte y el resultado del Brexit es una de las claves. Pero también hay que tener presente el tumbo hacia el independentismo de un partido que tradicionalmente no lo era, el Plaid Cymru, el partido nacionalista galés, que en las últimas elecciones al parlamento de Gales presentó una candidata independentista con un discurso social fuerte, similar al Partido Nacional Escocés. El Plaid Cymru se convirtió en la segunda fuerza política, detrás del Partido Laborista.