Fecha: junio 7, 2017 - Autor: Damián Calleja
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Como mínimo siete personas han muerto y unas cuántas más han resultado heridas a causa del ataque que unos individuos armados han hecho hoy contra el parlamento iraní y contra el mausoleo del ayatolá Ruholla Musevi Khomeini en Teherán, según han informado #los medios iraníes. Estado Islámico ha reivindicado el atentado en un comunicado a la agencia de información Amaq, vinculada a esta organización.

Hacia las siete de la mañana, hora local, un grupo de al menos tres hombres armados con fusiles de asalto y pistolas se ha abierto hacia el interior del Majlis –la sede legislativa– disparando contra los guardias de seguridad que había en la entrada.

Muerte de un agente de policía

Un agente ha resultado herido y, según fuentes parlamentarias citadas por la agencia de noticias Faros, ha perdido la vida. Además, ocho personas han resultado heridas, incluidos otros guardias y varios civiles que estaban en la Asamblea para reunirse con los representantes de sus circunscripciones electorales.

El diputado iraní Akbar Ranjbar Zadeh ha asegurado que uno de los atacantes ha sido acorralado por las fuerzas de seguridad y detenido. Sin embargo, otros diputados afirman que el tiroteo todavía continuaba en el parlamento. Otras fuentes aseguran que los agresores han conseguido escapar. Poco después, ha habido otro tiroteo en otro lugar de la capital iraní: el mausoleo de Khomeini, el principal impulsor de la Revolución Islámica del 1979 que puso fin al régimen en Irán, que recibe la visita diaria de muchos peregrinos de diferentes lugares del país.

Al comienzo se ha hablado de un solo atacante pero la prensa local sostiene que hay diversos. Faros indica que son tres y que dos de ellos han disparado contra los peregrinos pero que finalmente han sido detenidos. El tercero, de acuerdo con la agencia de noticias, se ha inmolado. Estos hechos tienen lugar en plena crisis entre los países del Golfo por la decisión de la Arabia Saudí y sus aliados de romper relaciones con Catar, a quienes acusan de financiar grupos terroristas y favorecer la agenda política de la Irán, potencia rival del reino suní.